Un banco lleno de historias.
Ayer volvíamos con «Un banco, cientos de historias», uno de nuestros espectáculos más queridos. Qué gustazo ver la sala llena de público tan estupendo como vosotr@s que con vuestra generosidad nos permitisteis hacer de él, un banco lleno de historias.
Teníamos muchas ganas de estar en la Sala Experimental del Teatro Zorrilla, nuestra sala talismán. Además, era doblemente emocionante la vuelta por dos motivos. El primero, porque las entradas se agotaron varios días antes de la función y el segundo motivo era que Carlos Vaquero pisaba el escenario con nosotros. ¡Qué grande, Carlos! Tu generosidad es extraordinaria, tanto como tu talento.



Increíble en todos los sentidos.
Las 24h de vida que transcurren alrededor de un sencillo banco dieron para mucho. Desde una pareja que recibe un masaje tailandés, unos compañeros de buceo que no se aguantan entre ellos, una mujer que habla con las obras de arte de su libro, un hipnotizador…
Hay tantas historias las que tienen cabida en este banco que no sabríamos elegir la más impactante. Unas por ser tiernas. Otras por tratar temas de amor como la de una chica que se enamora de un italiano. Otras por ser tan locas como la de un hipnotizador o la de unos peces transformados en Zeus que ser rebelan contra un pescador.
¿Habéis visto todo lo que puede llegar a suceder? ¡Qué gran locura!
Gracias al Teatro Zorrilla por ser casa y a nuestro técnico al mando de las luces y sonido Pablo Pelanas, siempre pendiente de todo en todo momento.
Nos vemos la semana que viene. ¡No te puedes perder el estreno de VIERNES DE IMPRO!