Un recuerdo ¡Solo uno!…Imposible ¿Y si nuestros recuerdos estuvieran enlazados?
Eso es lo que el domingo pasó junto con la compañía madrileña de Improvisación Calambur Teatro.
Recuerdo cuando mi abuelo me regaló una bici azul. Una BH. Pero ahora cuando la he querido usar me he tenido q comprar un casco que un tipo amable me ha vendido. Bueno… al final no fue tan amable porque me empezó a pegar sin sentido pero es que iba un poco borracho.
Al final terminó en el calabozo. Menos mal que allí no se encontró solo. Estaba su cuñada, la que adoraba a Calimero y no consentía que nadie comiese huevos.
Esta se había enterado de que su mujer comía huevos y había montado una granja de gallinas que por ella le puso de nombre “Calimero”. Pues no se le ocurrió otra cosa que quemarla. Al final se dio cuenta de que los pollos no son negros sino amarillos pero los siguió queriendo igual aunque su mujer le dejó.
A ella le encantaba comer huevos y viajar a Benidorm en el Renault 12 familiar de su padre, sin sillitas, ni aire acondicionado pero con mucha alegría y la baca llena de bicis. Y entre tanta bici se encontró con el de la BH… Y entre ellos surgió el amor… Y se casaron… y, por supuesto, lo celebraron en Benidorm.
En el calabozo la cuñada del borracho pegon le aclaró por qué su mujer le había pedido 15 días (dos semanas más un día porque siete y siete son catorce más uno quince) para aclararse las ideas. Una noche besó a Hugo, su amor de juventud. Comprensible que le diera por beber. Al final ella se dio cuenta de que su marido era el amor de su vida.
Y es que las hermanas encontraban en el viejo Renault 12 un confesionario donde una contaba sus dudas entre el amor de juventud y el amor de madurez, y la otra confesaba que le encantaban los huevos y que por mucha granja que montase a su mujer ya no podría vivir más junto a ella.
Y entre encuentros y desencuentros todos terminaban bebiendo junto a una amable camarera q no dudaba en ejercer de paño de lágrimas y psicóloga de todos ellos. Hasta que un día decidió volver a clase y estudiar para lo que siempre había soñado: ser médico.
Y al final nos dimos cuenta de que la vida está construida de recuerdos. Gracias a todos por compartir con nosotros los vuestros.