Ayer disfrutamos mucho en el Desierto Rojo de Valladolid, que tantas alegrías nos ha dado que nos ha permitido, nos permite y nos seguirá permitiendo jugar todos juntos como escuela.
Ayer nuestros alumnos se subieron a ese precioso escenario y consiguieron encandilar al público que agotó las entradas en los dos pases.
Vimos muchas historias, salieron sueños del público y sobre todo voló la imaginación, sin casi «planearlo». Jugamos como niños, desplegamos nuestras alas, perdimos mascotas, volvimos a ver lo bella que es la vida y lo hicimos en «FAMILIA»
Y citando a nuestra directora Berta Monclús «Amo ver en los alumnos, el fascinante proceso que las clases producen en sus cuerpos y mentes.» y es que la Impro es un proceso que produce cosas tan bonitas como las sucedidas en la noche de ayer.
Escuela Impro. Comunidad. Familia.